Popeye

Seguimos hablando de caricaturas y esta vez le toca el turno al marino más famoso de todos los tiempos: ¡Popeye!. Así es, seguro que muchos de nuestros lectores recuerdan a este carismático personaje adicto a las «espinacas», es nada más y nada menos que el protagonista de una de las caricaturas más populares y con más antigüedad de todos los tiempos, pero además ha tenido también su historia en el mundo de los videojuegos, y no precisamente con un juego cualquiera… Hoy traemos la historia del primer videojuego de Popeye.

 Si piensas que fue una compañía pequeña la encargada de este videojuego sólo por basarse en personajes de caricaturas, te equivocas, y no sabes cuanto. Detrás de este título legendario se encuentra nada más y nada menos que Nintendo, una compañía en aquel entonces pionera en el mundo de los videojuegos. Y fueron dos figuras emblemáticas de esta compañía las que se encargaron de la producción y el diseño del juego: Genyo Takeda y Shigeru Miyamoto, respectivamente. Con estas figuras detrás, queda claro que no hablamos de un juego común y corriente.

El videojuego fue llevado a diferentes consolas como Commodore 64, Atari, Colecovision, Intellivision, entre otras, y además surgió un juego de mesa basado en el título de Nintento. Sin embargo fue en la NES donde el título quedó enmarcado para la historia, al ser lanzado junto con Donkey Kong y Donkey Kong Jr. como uno de los 3 primeros videojuegos de la consola nintendera, un honor que no tiene cualquiera.

El juego consiste en 3 niveles con la misma dinámica, debemos recolectar diferentes objetos (corazones, notas musicales o letras) que nuestra amada Olivia nos lanza desde la parte más alta de la pantalla, mientras evitamos que nuestro archienemigo Bluto (o Brutus) nos alcance. El escenario tiene distintos elementos con los que puedes interactuar para esquivar a nuestro enemigo o para mantenerlo a raya, empezando por supuesto con las famosas espinacas, que nos permiten darle una buena tunda y que nos deje en paz por un tiempo. En el último nivel nos encontramos además con otro famoso enemigo, el Buitre Bernardo, quien también nos persigue. Y una vez superamos los tres niveles el juego vuelve a empezar con una dificultad mayor y con otro enemigo más, la Bruja del mar, quien nos tira cráneos constantemente.

Por supuesto, el tema de la serie de dibujos animados en formato 8-bits es tan pegadizo como el original. Es curioso que sea una de las melodías más recordadas en nuestra sociedad occidental, al igual que el tema de Super Mario Bros. Lo que me recuerda una de las historias más populares dentro del mundo nintendero, la de que Miyamoto tuvo la idea del «triángulo» Donkey Kong – Mario – Peach usando como referencia a Bluto, Popeye y Olivia… Ahora cantemos todos: «¡Mario el plomero soy!… ¡Phwww!¡Phwwwww!»